sábado, 15 de octubre de 2016
domingo, 21 de agosto de 2016
Lo que a ella le pasa es que ha acumulado mucho durante mucho tiempo. Y el desamor, el odio, el rencor y el dolor, se han hecho costumbres en su alma, pero ella no es así. NO es una mujer de odios y rencores. No es una mujer triste. Es una mujer humana que siente y llora y una mujer que necesita ser escuchada y comprendida. Sólo eso.
Pero se ha liberado ahora.
De su pecho salen colores y luces de vida. De sus ojos, semitristes, aparecen lágrimas que sonríen y de sus manos salen caricias de una auténtica y gran Mujer. Ella será amada con todo el amor del mundo. Lo he visto escrito en las nubes y lo he visto dibujado en su mirada. No puede ser de otra forma. Le ha llegado la hora, porque ya ha aprendido la lección. Su voz y su calma me lo enseñan y por eso la admiro. Es maestra de mucho y aprendiz de todo.
Hoy, yo creo que es la mujer más bonita del mundo y pronto alguien también lo verá. Pero alguien de verdad. Alguien que esté a la altura de su sabiduría y que sepa amar su corazón de verdad.
Alguien especial para ella. Alguien igual a ella.
Albert Espinola
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